23/01/10

Drabbles


Autor: Pao-chan
Pareja: InooDai
Género: Shonen-ai


Sólo un poco más...
Inoo había llegado al vestuario media hora antes de la hora designada. Entró a la sala, sonríe a si mismo al ver a Daiki sentado en el sillón, leyendo. Con silencio, cruzó la habitación, se acostó en el sillón poniendo su cabeza en las piernas de Daiki. Daiki soltó el libro y colocó su mano sobre la mejilla derecha de Inoo, para después acariciar su cabello. Inoo cerró los ojos y en las caras de ambos se dibujó una sonrisa.

Yabu entró a la habitación después de diez minutos, y sonrió al ver aquella imagen de los dos sonriendo con tanta dulzura, tanto amor. Salió de la sala sin hacer ruido, dejando a los dos con esa paz, lo necesitaban, talvez, sólo un poco más de tiempo.


Soñar
Y ahí lo tenía frente a mí; por primera vez se puso serio al escucharlo. Tantas veces le había dicho que lo amaba, pero siempre lo había tomado en broma… esta vez le había explicado que nunca ha sido broma. Seguía mirando el piso mientras yo seguía esperando una respuesta. Tenía miedo al rechazo, pero aceptaría cualquier cosa que viniera de él.
Levantó la mirada y topó con la mía; sus ojos tomaron un brillo tan hermoso, corrió hacía mí, me abrazó…

-Yo también te amo…

Bueno, todo había sido perfecto, todo en sueños es perfecto, pero ya era hora de ir a la universidad y dejar de soñar con él, hasta que llegara la noche.

Coma
¿Por qué las cosas pasan? Yo estoy aquí, parado sobre el techo de la escuela sin hacer nada, pero en cualquier lugar de esta ciudad, de este mundo, miles de cosas están sucediendo, y yo podré darme cuenta al llegar a casa, o con sólo echar un vistazo, pero tú, tú no puedes enterarte de lo que ocurre, estás ahí, pero no estás...

¿Qué esta ciudad nunca para? Quisiera ver más allá, pero los edificios me complican la vista. La nieve comienza a caer, hace frío, mucho frío. Este día es igual que aquél. Miro el reloj digital del edificio de enfrente, y a la vez, miro el mío como si no estuviera de acuerdo con la hora, ya es hora. Bajo las escaleras y me dirijo a la estación de tren para ir al hospital. Esta ha sido la misma rutina de todos los días desde hace dos años...

Muchas personas han dejado de venir; tu madre viene cada dos días, los demás una vez a la semana, la cantidad de fans ahora es nula, pero yo estoy aquí todos los días para cambiarte las flores, contarte mi día, hablarte de lo que pasa aquí y allá, esperando que algún día de tu parte exista una respuesta, pero nunca la hay...

Y aquí estoy, afuera de la habitación, mis piernas tiemblan, la enfermera en turno pasa a decirme como te encuentras, no hay cambios, no hay respuesta... esto ya era común, entonces di un paso... estoy dentro... Te veo recostado en esa cama, quisiera llevarte lejos de aquí, quisiera que volvieras a estar con nosotros, quisiera besarte aunque fuera sólo una vez más.

Inoo’s Hands
Las manos de Inoo son delgadas, sus dedos son largos, sus uñas también lo son, y están cubiertas de una piel tan suave y delicada.
Usa muchos movimientos de manos cuando hace las cosas, las mueve de una forma como si fueran mariposas en el aire, moviéndose elegantemente; cuando come, cuando toma el micrófono y comienza a cantar, la forma en que se acomoda el cabello, cuando toma un lápiz y comienza a hacer los planos que le encargan en la universidad, al momento de tocar el piano tan finamente, siempre me han encantado sus manos.
También sus manos son mágicas, pues hacen que mi piel arda con el sólo contacto de sus yemas en mi piel, las desliza por cada rincón de mi cuerpo tan delicadamente encontrando las partes exactas para hacerme estremecer.


Simplemente, las manos de Inoo Kei son perfectas sea lo que estén haciendo.

No hay comentarios.: